El Nástic destroza el sueño del ascenso del Real Murcia (0-1)
El Real Murcia sufría este sábado frente al Nástic de Tarragona un durísimo golpe en sus aspiraciones por el ascenso a Segunda División. Un gol de Pablo Fernández a la hora de partido clasificaba al equipo catalán para la final de los playoffs y dejaba a los granas a medio camino de regresar al fútbol profesional.

Real Murcia y Nástic de Tarragona se jugaban en sólo noventa minutos toda una temporada. El empate a uno del pasado fin de semana en tierras catalanas dejaba abierta la eliminatoria por el pase a la final de los playoffs de ascenso a Segunda División pero con una salvedad: a los granas les valía tanto la victoria como el empate para llegar a la última ronda del torneo.

Murcia se convirtió durante toda la semana en una ciudad volcada con su equipo. Desde pancartas en las calles, banderas en los balcones, mensajes de apoyo de infinidad de instituciones, centros escolares y comercios, y una expectación que recordaba los mejores tiempos de la historia de la institución grana, propiciaron que 31.000 espectadores se dieran cita en el estadio Nueva Condomina para presenciar un encuentro histórico.

Pero lo que se preveía como una gran fiesta acabó en tragedia. Y además de manera injusta. El Real Murcia fue mejor, mucho mejor que el Nástic de Tarragona durante los noventa minutos pero su falta de acierto de cara a la meta contraria le acabó pasando factura.
El conjunto catalán se vio desbordado durante muchas fases del primer periodo por un Real Murcia muy superior. Pero en el mundo del fútbol ya se sabe que lo único que vale es el gol y para desgracia de los hombres de Fran Fernández este fue su gran problema durante el partido.

Arrancada la segunda parte, y en la primera acción ofensiva de los tarraconenses, un centro por banda derecha al segundo palo fue cazado por Pablo Fernández para batir con un disparo ajustado y a media altura a Gazzaniga.
Era el minuto 59 y a partir de ahí, y como si de un guión ya escrito, todo transcurrió tal y como quería el Nástic. El Murcia, pese a los cambios ofensivos de su técnico, seguía pecando de falta de efectividad en sus continuas llegadas al área rival.

Los catalanes veían cómo el tiempo transcurría a su favor y en un par de ocasiones estuvieron a punto de matar el partido con oportunidades de Narro y de Pablo Fernández.
Con los nervios instalados tanto en las gradas como en el terreno de juego, el Real Murcia tuvo una oportunidad de oro para empatar cuando el cronómetro marcaba el minuto 86. Un centro de David Vicente fue rematado en el segundo palo por Toral pero Rebollo, guardameta del Nástic, mandaba el balón a córner tras un magnífico despeje.

El trabajo defensivo de los visitantes acabó dando sus frutos cuando el colegiado decretó el final del partido. Lágrimas, incredulidad e injusticia se apoderaron de un Real Murcia que volverá a militar una temporada más en 1ª RFEF.