SE CUMPLEN CINCO AÑOS DEL RECORDADO ASCENSO DEL FC CARTAGENA ANTE EL ATLÉTICO BALEARES

19 de julio de 2020: la noche que cambió la historia albinegra

Imagen de familia de aquella histórica noche en La Rosaleda/FOTO: FCC

Han pasado cinco años desde aquella noche que marcó un antes y un después en la historia del Fútbol Club Cartagena. En plena pandemia, con el mundo paralizado y los estadios vacíos, el fútbol se convirtió en una chispa de ilusión y el guardameta Marc Martínez en el nuevo ídolo de la afición blanquinegra. Aquella final de playoff, disputada en condiciones excepcionales, supuso mucho más que un ascenso: fue el inicio de una etapa inolvidable y el premio a años de esfuerzo, perseverancia y fe en el escudo.

 

Ficha Técnica del Partido

FC Cartagena

0 - 0

Atlético Baleares

Domingo 19 de julio de 2020 - Estadio La Rosaleda (Málaga)

Competición: Promoción a Segunda División 

Árbitro: Hernández Maeso

El partido tuvo prórroga y se resolvió en penaltis: FC Cartagena ganó 4-3


🟦 FC Cartagena

  • Portero: Marc Martínez
  • Defensas: Johannesson, Álex Martín, Andújar, Forniés
  • Centrocampistas: De Vega, Carrasquilla, Cordero
  • Delanteros: De Camargo, Cayarga, Vinícius Tanque
  • Suplentes: José Ángel, Manu Viana, Verza, Caballero, Elady, Esteve, Carlos David, Araujo, Santi Jara
  • Entrenador: Borja Jiménez

🟥 Atlético Baleares

  • Portero: Manu Herrera
  • Defensas: Borja San Emeterio, Óscar Gil, Orfila, Peris
  • Centrocampistas: Iturraspe, Rovirola, Villapalos
  • Delanteros: Jorge Ortiz, Shashoua, Gabarre
  • Suplentes: Ginard, Ferrone, Haro, Gil, Lekić, Vallori, Aurtenetxe, Arturo, Armando
  • Entrenador: Mandiola

Fuente: BDFutbol

Tal día como hoy, un 19 de julio de 2020, a las diez de la noche, en el Estadio de La Rosaleda de Málaga, se disputó uno de los partidos más trascendentales en la historia reciente del Fútbol Club Cartagena. El equipo albinegro se enfrentaba al Atlético Baleares en una final de playoff que no era como las demás. Aquel formato, impuesto de manera extraordinaria debido a la crisis sanitaria del COVID-19, obligó a disputar todas las eliminatorias a partido único y en sede neutral, sin público en las gradas y con estrictas medidas de seguridad. Fue un playoff atípico en todos los sentidos, pero con un desenlace inolvidable.

El encuentro fue igualado y tenso, una auténtica batalla mental y física en la que ninguno de los dos equipos logró imponerse en el tiempo reglamentario. El ascenso a Segunda División se decidiría desde el punto de penalti. Fue entonces cuando surgió la figura de Marc Martínez, portero del Cartagena por aquel entonces, quien se convirtió en el héroe de la noche. Detuvo el penalti decisivo y, con ese gesto, liberó años de frustración, sufrimiento y lucha de una ciudad entera. Aquel grito espontáneo, casi incrédulo, lo resumió todo: “¡Lo ha parado, lo ha parado, estamos en Segunda!”

Marc Martínez se erigió como el héroe de la noche al parar el penalti decisivo/FCC

Ese instante marcó el inicio de un ciclo dorado para el club. Durante las cinco temporadas siguientes, el Cartagena se mantuvo en la categoría de plata del fútbol español, demostrando una evolución constante y, en varias campañas, acercándose peligrosamente a los puestos de playoff de ascenso a Primera. Fueron años de crecimiento, estabilidad y sueños cada vez más ambiciosos.

Por el vestuario albinegro pasaron entonces nombres que ya forman parte de la historia reciente del club: jugadores como Pablo de Blasis, que dejó huella por su compromiso y calidad; Rubén Castro, cuya capacidad goleadora desató la euforia de la grada; o Toni Datković, Gallar, Musto, Pedro Alcalá y tantos otros que aportaron carácter y profesionalidad en cada temporada. Con ellos, el Cartagena se ganó el respeto de la categoría y vivió algunos de los mejores momentos futbolísticos de su historia moderna.

No obstante, el rumbo se fue complicando en las dos últimas temporadas. En especial, la última campaña estuvo marcada por decisiones equivocadas desde la dirección deportiva, cambios constantes en la plantilla y una planificación deficiente que acabaron por condenar al equipo. La ilusión dio paso a la incertidumbre, y el descenso a Primera RFEF se consumó dejando un sabor amargo y la sensación de que, con una gestión más coherente, el desenlace podría haber sido muy diferente.

A pesar de ello, aquel 19 de julio de 2020 permanece intacto en la memoria de los cartageneros. Fue una noche mágica, el punto de partida de un sueño cumplido y la prueba de que, incluso en las circunstancias más adversas, la fe, el trabajo y la unión pueden cambiar el destino de un club.